Lecturas del 18 de Septiembre: Miércoles de Tiempo Ordinario
El miércoles de la semana 18 del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos presenta un pasaje lleno de enseñanzas sobre el amor, la justicia y la esperanza. Las lecturas nos invitan a reflexionar sobre la necesidad de ser generosos, de luchar por un mundo más justo y de confiar en la misericordia de Dios.
Primera Lectura: Génesis 18, 1-10
Génesis 18, 1-10 nos narra la visita de Dios a Abraham. El Señor se le aparece como tres viajeros y Abraham los invita a su casa, ofreciéndoles comida y bebida. Esta lectura nos habla de la hospitalidad, la generosidad y la importancia de recibir al extraño, representando la misericordia de Dios que se extiende a todos.
Lecciones:
- La importancia de la hospitalidad: Abraham no dudó en recibir a los viajeros, incluso sin saber quiénes eran. Esto nos recuerda la importancia de abrir nuestras puertas a los demás, sin importar su origen o situación.
- La generosidad como reflejo del amor: Abraham ofrece lo mejor que tiene para sus invitados, mostrando un acto de amor y desprendimiento. Esto nos anima a ser generosos con los demás, compartiendo nuestros recursos y tiempo.
- La presencia de Dios en la vida cotidiana: La visita de Dios a Abraham nos recuerda que el Señor está presente en nuestra vida, incluso en los momentos más inesperados.
Salmo Responsorial: Salmo 22, 26-27.28.30-31.32
Salmo 22, 26-27.28.30-31.32 es un salmo de alabanza que celebra la misericordia de Dios. El salmista reconoce que el Señor está con él en los momentos difíciles y que lo ayudará a superar las pruebas.
Lecciones:
- Confianza en la misericordia de Dios: El salmista nos enseña a confiar en la misericordia de Dios, incluso en las dificultades.
- Alabanza por la bondad divina: Debemos alabar a Dios por su bondad y amor, especialmente cuando nos ayuda a superar los desafíos.
- El Señor como nuestra fortaleza: Dios es nuestra fortaleza y nuestra esperanza, y siempre nos ayudará a salir adelante.
Evangelio: Mateo 21, 28-32
Mateo 21, 28-32 narra la parábola de los dos hijos. Un padre pide a sus dos hijos que trabajen en su viña. Uno de ellos responde que sí, pero no va. El otro dice que no, pero luego cambia de opinión y va. Jesús utiliza esta parábola para criticar a los fariseos que se muestran como justos ante los ojos de los demás, pero en realidad no obedecen los mandamientos de Dios.
Lecciones:
- La importancia de la acción: No basta con decir que sí a Dios; necesitamos demostrarlo con nuestras acciones.
- La conversión como camino de vida: Es posible cambiar de actitud y volver al camino del bien, incluso si hemos cometido errores en el pasado.
- La justicia no se basa en apariencias: Dios no se deja engañar por las apariencias; lo que realmente importa es la disposición del corazón.
Reflexión:
Las lecturas de este miércoles nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y con los demás. Nos recuerdan que la verdadera justicia no se basa en las apariencias, sino en la disposición del corazón. Debemos ser generosos, hospitalarios y luchar por un mundo más justo, confiando en la misericordia de Dios.
¡Que la Palabra de Dios nos inspire a vivir con más amor, esperanza y justicia!